Aunque llegado el momento no estés con nadie, o tengas toda una ristra de candidatas donde elegir, el hecho de que te dejen no deja de ser una experiencia desagradable. Tu ego recibe un golpe considerable y es fácil dejarse caer en una espiral de negatividad. Este artículo lo he escrito después de haber pasado por este trago unas cuantas veces a lo largo de mi vida, por lo que espero que os pueda ayudar a superar estos malos momentos y os indique el camino adecuado.
1. Date cuenta de que le importas una mierda.
Da igual lo mal que lo pareció pasar cuando te dijo que lo vuestro se terminaba o el tiempo que se tiró llorando. Los hechos dicen más que mil palabras: ella rompió contigo. Y no solo no pensó que no merecía la pena mantenerte en su vida, sino que dejó tirado en mitad del camino y le da igual que tuvieras que volver a pie.
Si te cuesta admitir esto, recuerda cómo te sentiste cuando fuiste tú quien dejó a alguien: la mayor parte de las veces te importa una auténtica mierda y lo único que quieres en ese momento es deshacerte de esa persona lo más rápido posible. Solo en contadas ocasiones te sientes realmente triste porque lo vuestro no haya funcionado y sientes cierta lástima. Pero la dejas de todas maneras. Aparte de la pena que ella pudiera sentir, no siente nada más por ti. Así que métetelo bien en la cabeza: a ella no le importas nada en absoluto y quien te diga lo contrario miente.
2. Desintoxícate emocionalmente.
Recuerda lo más básico: Eres la única persona en este mundo en la que puedes confiar plenamente. Y llegados a este punto, da igual lo que te pase. Mientras te mantengas de una sola pieza y continúes respirando el juego de la vida continúa. Prométete a ti mismo que nunca te rendirás y que nunca dejarás de trabajar para mejorarte a ti mismo.
Échale una ojeada al retrovisor y recuerda todo lo que has pasado en tu vida. ¿De verdad esto va a detenerte? Ni de coña. En el gran conjunto de las cosas esto no significa absolutamente nada. Con el tiempo te acordarás de esto y te reirás. Pensarás que como es posible que montases semejante escándalo por algo tan nimio.
3. Borra todos sus mensajes.
Y con esto me refiero a: SMS, Whatsapps, emails, Facebook, cartas, todo. Y un punto muy importante: No leas el contenido de lo que vas a borrar, de lo contrario prepárate a zambullirte en un mar de zozobra emocional y pensamientos fútiles como:
“Wow, ¿De verdad sentía todo esto?", “ella realmente se
preocupaba por mí”, “oh, qué guapa estaba aquí”… NO. Bórralo todo. Cuando a un solomillo se le pasa la fecha no te llevas un trozo a la boca para ver si realmente está podrido: Solo con el olor te basta para darte cuenta. El contenido de esos mensajes ha caducado, por tanto todas esas palabras ya no significan absolutamente nada.
4. Distánciate.
Bórrala en cualquier red social o aplicación donde la tengas, cambia su número de teléfono a "no coger" o pon una X enfrente de su nombre (ejemplo: “x Maria”) para que no aparezca en tu lista de contactos pero que todavía sepas quién te está llamando para que no tengas que cogerlo.
5. Fóllate a otras LO ANTES POSIBLE.
No sé tú, pero yo tengo una memoria muy corta para las pedorras. Siempre me acuerdo más de la última tipa que me he cepillado que de las anteriores. No es un método infalible, pero algo es algo. Por norma general cepillarte a otras mujeres ayuda a aliviar la soledad y los insidiosos síntomas del encoñamiento.
Este punto puede no ser sencillo para el hombre medio, a veces puede equivaler al popular "esperando un milagro". Pero puede lograrse perfectamente con las circunstancias adecuadas. Y mientras luches, recuerda que el éxito es tu única recompensa. Es cuestión de tiempo.
6. Si recaes, enfócate en lo malo de ella.
Si te ves pensando en ella más de lo que te gustaría, enfócate en sus aspectos negativos:
- Esa aventura sexual tuya que nunca te concedió.
- Comportamiento infantil o inmaduro.
- Imperfecciones físicas.
- Lo mal que olía el baño después de una visita de ella.
- Debilidad general.
Pero por encima de todo, jamás vuelvas con ella. La confianza se ha roto, esa casa está en ruinas y los cimientos se encuentran en arenas movedizas. No te interesa invertir en una reforma. En lugar de gastar tu tiempo y tu dinero en más cemento y ladrillos dedícate a otra cosa.
7. Recuerda que ella ya está con otro.
Como los monos, las mujeres no sueltan una liana hasta que tienen otra. Te comento esto en caso de que necesites más razones o motivación para llevar a cabo el paso Nº 5.
8. No vayas por ahí pidiendo consejos.
Si un pariente cercano se muriese, ¿Le preguntarías a alguien como devolverle la vida? No lo creo. Pues esto es igual. La interacción ha dejado de existir. A todos los efectos ella ha muerto para ti.
Para terminar:
Tómate la experiencia como lo que fue, una etapa más de tu vida amorosa. No te rebajes. Las mujeres van y vienen, pero la dignidad y el respeto por uno mismo se quedan. Incluso cuando veas las primeras señales de que te la va a jugar, corta el tema de raíz. Pregúntale "¿Quieres terminar con esto?". Si te dice que sí, levántate, date media vuelta, y lárgate. Déjala allí sentada, no le des la satisfacción de que te vea dolido o humillado. Vete a tu cueva y lámete tus heridas donde nadie te vea el tiempo que sea necesario. O mejor, vete directamente al gimnasio y ponte a machacar hierros como nunca en tu vida, de la manera más brutal. Rompe ese récord personal que te habías propuesto desde hacía meses. Que el asco y la rabia te sirvan de combustible.
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