jueves, 8 de marzo de 2018

Tu valor en este mundo depende de lo que seas capaz de aportarle a los demás. ( Lo mejor de Misandria.info)

Tu valor en este mundo depende de lo que seas capaz de aportarle a los demás.

Imagínate que la persona que más te importa en este mundo ha sufrido una herida de bala y está tendida en el suelo, desangrándose. De repente aparece un tipo de la nada y te dice "hágase a un lado". Le echa un vistazo a la herida, saca una pequeña navaja de bolsillo y parece que se dispone a "operar" allí mismo, en plena calle.

- Oiga, ¿es usted médico? - Le preguntas.

- No. - Te responde.

- Pero... sabrá lo que está haciendo, ¿no? supongo que habrá ejercido en el ejército, la universidad o algo...

El hombre parece algo molesto. Te dice que él es una buena persona, que es honesto, puntual, educado, que siempre ha sido un buen hijo, recuerda los cumpleaños de su familia, nunca utiliza palabras malsonantes y tiene hobbies interesantes.

Confundido, pierdes los papeles y le dices: "¡Pero qué cojones tiene todo eso que ver cuando mi mujer, amigo, padre, madre, abuelo… está aquí en el suelo desangrándose! ¡Necesito a alguien que sepa tratar heridas de bala! ¿Sabes de esto sí o no?".

El hombre comienza a dudar un poco... ¿Pero por qué eres tan superficial? ¿Acaso no te importa su buena voluntad? ¿No le has escuchado decir como siempre recuerda el cumpleaños de su abuela? Con todas las cosas buenas que hace, ¿Realmente vas solo a fijarte en que sea capaz de realizar una simple cirugía?

En ese mismo momento le agarrarías de la solapa y le dirías: "Si, te estoy diciendo que no me importa nada de esa mierda, porque en este momento lo único que necesito es alguien capaz de detener la hemorragia, maldito idiota".

- No te entiendo. ¿Te serviría de algo si me pongo una bata de médico? Espera un segundo, tengo algo por aquí que...

Esta es la terrible verdad sobre el mundo ahí fuera, el mundo adulto. La realidad es que tú te encuentras en esta misma situación cada día, solo que tú eres el tipo confundido con la navaja de bolsillo y el resto de la sociedad es la víctima desangrándose.

Esta es la dura verdad: Tu valor en este mundo depende de lo que seas capaz de aportarle a los demás.
¿Os suena mal? A mi casi me parece más duro no entenderlo. En realidad, no creo que sea duro en absoluto. Creo que es liberador darse cuenta de estas cosas y más escucharlo así de claro.

Si de verdad quieres saber por qué la sociedad parece alejarse de ti, o por qué no parecen tenerte aprecio o respeto, es porque la sociedad está llena de gente que necesita cosas. Necesitan que les construyan casas, necesitan comida que llevarse a la boca, necesitan entretenimiento, necesitan relaciones sexuales que les satisfagan, etc. Tú te presentas con tu navaja de bolsillo y tus buenas intenciones, pero lo cierto es que desde que has llegado a este mundo eres parte de un sistema diseñado para solucionar las necesidades de los demás.

Así que o te pones las pilas para aportar algo que solucione las necesidades de la gente o el mundo te rechazará. Y da igual lo amable, generoso y educado que seas. Serás pobre y caminarás solo bajo la lluvia.

¿Te parece todo esto malo, superficial o materialista? ¿que pasa con el amor y la amabilidad? ¿Esas cosas no cuentan?

Por supuesto que cuentan, mientras formen parte de algo más que tú le aportes a la gente. Algo que no sean capaces de encontrar en otro sitio.

A continuación os dejo el discurso de Alec Baldwin en la película El precio de la ambición. El personaje de Baldwin se dirige a un equipo de vendedores y entre otras cosas les dice que los va a echar a todos del trabajo a no ser que consigan las ventas que se les han asignado:

"¿Así que eres un buen tipo? Me importa una mierda. ¿Un buen padre? Vete a tomar por el culo, quédate en tu casa jugando con tus hijos. Si quieres trabajar aquí, vende".

Alec Baldwin fue nominado al Oscar por esa película y esta es la única escena en la que aparece. Como alguien ha dicho muy acertadamente, lo curioso es que la mitad de la gente que lo vea dirá "joder, vaya jefe más cabronazo" y la otra mitad dirá "pues sí, hay que salir ahí fuera y vender, qué cojones".

Es duro, brutal y tiene un cierto toque sádico. Pero también es una representación bastante fiel de lo que el mundo espera de ti. La diferencia está en que en el mundo real mucha gente no te va a decir estas cosas a la cara por muchos motivos (porque les puede parecer mal hablarte así o cualquier otra cosa) así que simplemente van a dejar que sigas cometiendo errores.

El paciente está en el suelo desangrándose. ¿Sabes cómo operarlo?

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