El protagonista de esta historia, Carlos Cortez, se libró de dar con sus huesos en la cárcel por haber colocado una cámara en su coche: Cortez sabía que ella tenía tendencias a autolesionarse y a echarle la culpa a él. Se dio cuenta de que el día menos pensado podía acabar delante de un juez. Y tenía razón, pero tuvo el buen juicio de tomar medidas antes.
El juez retiró los cargos al ver los vídeos. Igual que en el famoso caso de Málaga: Archivan denuncia por violación feria Málaga
¿Pero eso se puede hacer? ¿No es ilegal grabar?
Pues no, amigo mío. No hay que hacer tanto caso de las conversaciones del bar. Y aún menos a ese jefe tirano o esa feminazi que te amenaza con "enviarte sus abogados". Hay mucha confusión, y también mucha desinformación interesada por parte de personas a las que una grabación les puede crujir en un juicio.
Ya hay muchas webs donde se cuenta esto, pero lo repetiremos todas las veces que haga falta. Lo resumiré en tres ideas:
Está prohibido grabar a terceras personas sin su expreso conocimiento y consentimiento.
Se puede grabar las conversaciones en las que tú estás presente. Está prohibido difundir las grabaciones que hagas.
Primera clave: artículo 18.3 de la CE:
Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial. Es decir, si estás pensando en esconder una grabadora en el salón de tu casa y descubrir qué dicen de ti a tus espaldas, olvídalo. Las conversaciones de los demás son sagradas y no puedes meterte en ellas sin permiso. Si sacas en un juicio una grabación así, cuenta con que el juez la rechazará como prueba, y te caerá un marrón por haber violado un derecho fundamental.
Segunda clave: artículo 24.2 de la CE:
Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia.
Con todas estas pistas, la respuesta a la gran pregunta está clara. Grabar es para defenderte, no para atacar, chantajear, o sacar intimidades de los demás. Graba cuando estés presente en la conversación (y los demás implicados lo sepan). Y no difundas la grabación, reserva eso para tu abogado y el juez.
Ésos son todos los límites que tienes que tener en cuenta. En ningún lado se dice que debas avisar a los demás de que les grabas, y aún menos que les pidas permiso.
Entiendo, pero creo que es muy fuerte tener que recurrir a eso.
Lo que sí manda huevos es el daño que la legislación feminazi nos hace a los hombres. Somos presuntamente culpables salvo que nos las apañemos para demostrar lo contrario. A ellas la denuncia falsa les sale prácticamente gratis incluso si les pillan. Y también está la maquinaria feminazi presionando a las mujeres para que denuncien siempre, porque sacan tajada de la operación.
Es una lucha desigual en la que ya casi no nos quedan armas para defendernos. Grabar es de lo poco que aún nos puede librar de una visita a la cárcel inmerecida. No olvides lo que les ha pasado a los cinco de Málaga: Sin el vídeo que grabaron la "violación" nunca se habría convertido en un "tuvo juerga a gusto y luego se arrepintió".
Y si piensas que no puedes soportar la tensión de tener que estar grabando y desconfiando de ella, entonces es mejor que la dejes cuanto antes. Si una relación no te hace más feliz sino más infeliz, no merece la pena mantenerla.
Puede que dentro de un tiempo las mujeres comprendan que si nos siguen apretando las tuercas ellas también pierden. Pero hasta entonces, nuestras opciones se reducen a dos: reducir el trato con ellas al mínimo imprescindible, o tener claras las armas con las que contamos para defendernos. Es lo que nos ha tocado vivir y hay que adaptarse.
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