Las
mujeres en su mejor momento prefieren a los hombres
averiados.
Por el bien de
tu vida sexual, espero que tu madre no te haya dado cariño de pequeño. Espero
también que tu padre te haya despreciado y te haya tratado de manera violenta.
Espero y deseo que hayas pasado por episodios depresivos que te hayan sugerido
la idea de maltratar animales o personas. Deseo también que en la actualidad
padezcas ataques de ira y rabia.
Todas estas
cosas te las deseo, porque así tendrás mucha más facilidad para relacionarte
con el sexo opuesto y tener relaciones
sexuales que un hombre emocionalmente estable y con la cabeza bien amueblada.
Tu capacidad natural para relacionarte con mujeres (resultado legítimo del
abuso al que te puedan haber sometido) será la que mejor se adapte para atraer
a la mujer actual.
Si por algún
casual conoces el mundo de la seducción, te habrás dado cuenta de que gran
parte de la teoría te enseña a ser apático, indiferente y distante en relación
con las mujeres. Te enseña a no poner la vagina en un pedestal, a no ser
demasiado cortés y cariñoso y a no dar muestras de claro interés por una chica.
La razón por la que enseñan todo esto es porque está comprobado que es la
manera más segura de atraer y mantener el interés de la mujer actual, una mujer
que busca hombres "excitantes" en lugar de proveedores. Incluso un
hombre casado que haya acordado contractualmente pasar el resto de su vida con
una mujer, debe mantenerse emocionalmente distante para que ella no se aburra y
se cepille a un chico más joven y "excitante",
después de 15 minutos de conversación en Tinder.
Tuve que
aprender todo esto prácticamente desde cero cuando me sumergí en el mundo de la
seducción a los 22 años. Antes de eso, tuve una madre que no se cansaba de
repetirme lo mucho que me quería y como yo era su hijo del alma. Tuve un padre,
que si bien fue mucho menos cariñoso que ella, se aseguró de que nunca me
faltase nada. A pesar de que se divorciaron cuando yo tenía 8 años, nunca me
faltó su cariño, nunca abusaron de mí o me dejaron con traumas o secuelas que
pueda identificar. Y cuando comparo mi educación con la de mis amigos, me
siento francamente feliz de haber sido el hijo de mis padres. Cualquier defecto
que pueda encontrarse en mí se debe sin duda a mi particular legado genético en
lugar de a un daño causado por ellos.
Mis padres me
educaron para ser agradable, comprensivo y desear fervientemente una relación
amorosa con una mujer atractiva. Me llevó un año darme cuenta de cómo
funcionaban las cosas en la práctica. A mi primera novia la perdí antes de
tenerla, no porque fuese demasiado atractiva, que lo era, sino porque yo era
demasiado agradable. Aprendí rápidamente que ser agradable no era una cualidad
que las mujeres valorasen, así que decidí aprender los fundamentos del juego y
a hacer el papel de payaso sólo para tener relaciones sexuales con mujeres
atractivas. Ciertamente superé mis expectativas en lo que se refiere a la
acumulación de muescas en mi culata y sexo vacuo, pero mi subconsciente había
tomado esa decisión porque era más lógico follar por diversión y pasarlo bien,
que tratar de formar una relación con una mujer que no valora ni la familia, ni
la monogamia.
Me gustaría que
sintieras cierta compasión por mí. Soy ese chico al que mis padres trataron de
educar con un bajo nivel de sociopatía. El chico que tiene que fingir que no
está interesado en una mujer
cuando en realidad sí que lo está. El chico que tiene que tomarse cierto tiempo
en responder a su mensaje, cuando en realidad tiene ganas de hablar con ella.
El chico que tiene prohibido halagarla en los momentos de intimidad. Todo esto
va en contra de mi naturaleza.
Si quieres tener
una vida sexual mínimamente satisfactoria, tienes que imitar el comportamiento
de los hombres averiados de los que abusaron emocionalmente cuando pequeños, de
aquellos a quienes se les negó una infancia normal, y aquellos que no pueden relacionarse
con otros seres humanos igual que los que recibieron una educación corriente.
Tienes que adoptar rasgos sociópatas, mantener a las mujeres en una perpetua
montaña rusa emocional de abuso y dominación, y asegurarte de que les guardas
un cierto desprecio. No es ningún secreto que ellas prefieren al hombre con la
triada oscura de la personalidad, que a un buen tipo que nunca ha precisado de
una visita al psiquiatra.
Si eres un buen
tipo y te niegas a aprender cómo funciona este juego, o eres reacio a realizar
la rutina del payaso que te enseñan en la seducción, tengo una buena noticia
para ti: una vez que esa chica haya sido taladrada en sus mejores años por una
o dos docenas de chicos malos; una vez que su vagina se haya estirado todo lo
que puede dar de sí; una vez que se haya adaptado para lubricarse solo ante la
presencia del chico malo; y una vez que su plantel de ovocitos esté casi
completamente reseco, ella estará encantada de hacerte un hueco en su vida como
proveedor. No porque tú seas su primera o segunda opción, sino porque esos
chicos malos no han podido verla como nada más que un agujero húmedo.
Tu mejor
alternativa es ser el Plan "Z" después de otros veinticinco hombres.
Luego, durante vuestro feliz matrimonio ella va a estar a menudo "cansada"
para mantener relaciones sexuales
contigo, cuando no hace mucho tiempo se dejaba reventar su orificio anal por
decenas de hombres que la veían como poco más que un desecho biológico.
En cuanto a mí,
he estado a ambos lados de la trinchera. He sido el buen tipo que no lograba
mantener su atención, y durante más de una década he sido ese actor que ha
representado a la perfección su papel de chico malo, asegurándose de obtener
sexo con una mujer durante el tiempo que podía mantener la máscara. El problema
de aparentar ser el chico malo cuando en el fondo eres agradable es que te
resulta imposible percibir a esa chica como alguien con quien podrías tener una
relación larga, cuando sabes que ella se ha abierto de patas con otros tantos
hombres que interpretaron ese mismo papel igual o mejor que tú.
Lamentas que
haya echado por tierra su imperativo biológico de reproducirse, y que perciba a
los hombres como mera fuente de entretenimiento para darle algo de color a esa
existencia gris de esforzarse, para nada más que lograr sacarse ciertos
estudios y optar a un insignificante puesto en una oficina. Y que debido al
rechazo frontal de su naturaleza femenina, tú estés más cualificado para sacar
a los hijos adelante que ella. Su mente y su cuerpo han quedado totalmente
inservibles para otra cosa que no sea una relación de aquí te pillo y hasta la
vista.
Cómo compadezco
al hombre normal… Está condenado a una vida sin relaciones sexuales o a
mantener relaciones con mujeres que no son adecuadas para nada más que unas
pocas horas de diversión. Algunos pueden tener suerte y encontrarse a un
unicornio que quiera formar una familia antes de los 25 años, pero para la gran
mayoría de vosotros, vuestra mejor opción es tatuaros la máscara de chico malo
en la cara, para tener algo parecido a una vida sexual normal. La toxicidad de
occidente se está extendiendo a tal velocidad por todo el mundo que ser el
hombre emocionalmente dañado (o al menos la simulación de su comportamiento)
es la mejor opción para obtener cierta intimidad con las mujeres, sin entrar a
juzgar cuán deficiente sean en comparación con décadas pasadas. Supongo que se
puede decir que éste no es un buen momento para los hombres normales.
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